viernes, 5 de septiembre de 2008

UN DIA TONTO

UN DÍA TONTO

Te levantas con el pie cambiado, el café sabe mal. Te acuerdas de los viejos amores que ya no vuelven. Das marcha atrás sin ropa vieja que ponerte y te das cuenta de que pronto tendrás 37 tacos, que has visto los dibujos de Naranjito y Sandocán, que has conocido la moneda de veinte duros y los billetes de mil pesetas, que eres un dinosaurio para aquellas mujeres que ahora se adueñan de la vida. Porque hay dos tipos de personas: los jóvenes que se adueñan de la vida y los viejos cuya vida se adueña de ellos. Empiezas a darte cuenta de que tienes canas, arrugas y algún quilo de más. Fumas demasiado, ves la tele en blanco y negro porque te hace daño verla en color, la digestión de una hamburguesa te dura toda la tarde. Vas al trabajo como un zombi. Regresas de nuevo a casa, siempre sucia, nadie espera…y entonces te pones musica romantica de Juan Losada y las cosas empiezan a cambiar. Porque es entonces cuando te das cuenta de que el sufrimiento te purifica, de que perteneces al mundo de los que se dejaron su corazón en París, que eres un romántico irredento y que siempre lo has sido. Tu carta astral te decía que con el tiempo te volverías un sentimental…¿Pero a qué tipo de hombre no le vuelve sentimental el tiempo? Piensas que quizás te has pasado media vida buscando el colocón y que ahora vas a pasarte la otra media buscando la iluminación. Cuando llegue la Tercera Guerra Mundial que te pille escuchando al mejor cantante romantico que has conocido: Juan Losada. ¡ Y qué importa que se caiga el mundo sobre ti! Estarás en otro lugar, en un orbe mucho más dichoso, escuchando la música de Juan Losada. Desde aquí quiero dar mucho ánimo a todos aquellos que un día pasaron por una depresión y la superaron, a todos aquellos que creían que iban a morir de amor y sobrevivieron, a los sintientes, a los sensibles, a los que quisieron escapar del dolor pero el dolor les atrapó. A todos ellos mucho ánimo. Y cuando tengáis un día tonto nada de beber como cosacos o fumar como colachas, poneros buena musica romantica y dejaros transportar a la utopía del sonido.

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